“Cada vez que el espíritu de parte de Dios atormentaba a Saúl, David tomaba su arpa y tocaba. La música calmaba a Saúl y lo hacía sentirse mejor, y el espíritu maligno se apartaba de él.»
Samuel. 16:23 Antiguo Testamento
Desde los orígenes, la música ha acompañado al ser humano. Utilizada para marcar los distintos momentos de la jornada, para la labor en los campos, en la caza o en la aldea, para la celebración de acontecimientos y festividades, para infundir valor en la batalla, para invocar a divinidades, para la realización de rituales espirituales, para acompañar a los enfermos… la música ha bañado con su presencia las distintas situaciones de la vida.