Casi constantemente y sin saberlo, nuestros pacientes (y sus necesidades) nos llevan a situaciones que nos exigen superarnos como profesionales y como personas. Nos plantean enigmas que nos obligan a salir de nuestra zona inicial de confort, hacia el abismo de lo desconocido. Por suerte somos de naturaleza aventurera y tras un primer segundo (o dos) de pánico inicial, asumimos los retos que nos plantea el día a día de manera constructiva y entusiasta. ¡Ojo! que esto dicho así, alegremente, puede parecer tarea fácil, pero nada más allá. Lo que aquí os planteo es un ejercicio de confianza en toda regla: confianza en uno mismo, en la persona que tienes delante y en el cosmos, destino, energía o ser superior en el que creas. En otras palabras, encarar la vida de la manera que os propongo, supone un acto de fe en sí mismo.
hola queridos ……que alegría de ver La barquita de madera en ella les siento…..muchos gratos recuerdos con ustedes ….conservo el programa ceremonia Rafael&Maria 15/VI/2013 donde la pequeña cuerda con sus lapas y caracolas me transportan a esos días de ilusión compartida…. darles las gracias por el escrito dedicado a Matías ….”Ahora, él es Mundo” me encanto…con todo mi cariño
muchos besos
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